Unos universitarios unísonos golearon a domicilio 1-4 a La Máquina y escalaron hasta el tercer lugar de la tabla.
El «¡Goya!» desgarró al Azteca. Los Pumas vapulearon a los Cementeros en las gradas, hecho que inevitablemente se reflejó en el tablero. La afición del conjunto universitario no dejó silenciadas las gradas ni un instante y opacó cualquier intento celeste de competir dentro y fuera del terreno de juego.
Ambos equipos esperaron con precaución en bloque medio para no ser atraídos y cederse espacios. La Máquina alineó un 5-4-1; los Pumas, 4-4-2. Salvo breves e intrascendentes acercamientos, no se vivían fuertes emociones en ninguno de los arcos hasta que estaba por cumplirse la primera media hora del cotejo.
En un ataque de los auriazules, el joven central celeste Rafael Guerrero se barrió para frenar un desborde de César Huerta. El mismo seleccionado mexicano se encargó del cobro, que en primera instancia fue detenido por Andrés Gudiño. “¡Olé, Chino!”, retumbaba en la grada como apoyo al estandarte del Turco Mohamed para su segundo intento. A partir del impulso de sus cánticos, colgó el 0-1 favorable a los Pumas.
Pese a que todo indicaba que los visitantes iban a cerrar la primera mitad con ventaja, Cruz Azul aprovechó un tiro de esquina para emparejar el marcador. Julio González dejó pasar un contacto a primer poste y el héroe cruzazulino de media semana, Ángel Sepúlveda, empujó la pelota. Por un momento, pareció que el partido podía tomar un rumbo diferente.
Una vez iniciada la parte complementaria del parte, los de Joaquín Moreno amagaron con remontar tras un saque de banda que Sepúlveda finalizó y envió a un costado. Minutos después, el aclamado Chino Huerta aprovechó un error en la salida cruzazulina para sentenciar su doblete. Llegó su séptima diana, en armonía con el «¡Dale, Pumas! ¡Dale, oh!» y su perfilamieto hacia el título de goleo.
Tuvo oportunidad de marcar su hat-trick en un contraataque, pero quienes marcaron el tercer y cuarto gol fueron Ulises Rivas y Nathan Silva, respectivamente. El ajuste a línea de cinco defensas de Mohamed sirvió para superar a los locales y el evento culminó 1-4. Cruz Azul se percibió inerte mientras la porra de los Pumas rugió como en Ciudad Universitaria.