En una tarde caliente de primavera, de cielo claro y tribunas encendidas en Libertad, Club Atlético Ferrocarril Midland derrotó 2-1 a Club Social y Deportivo Liniers por la fecha 18 del Torneo Clausura de la Primera B Metropolitana, el cotejo inició q las 4 pm hora local.
En su casa, el “Funebrero” se hizo fuerte ante un rival que lo exigió hasta el último minuto, fue un partido con situaciones, lindo y muy intenso, como suelen ser en la categoría. Momentáneamente se colocó en primer sitio de la clasificación general, a la espera del cotejo de Deportivo Armenio.
El primer golpe lo dio Midland. Corría el minuto 29 del primer tiempo cuando, tras un tiro libre desde la derecha, la pelota cayó en el área y Francisco Molina, anticipando a todos, metió un cabezazo certero que dejó sin reacción al arquero visitante. El estadio estalló: Midland se ponía en ventaja y el sueño del triunfo empezaba a tomar forma.
Liniers no tardó en responder. Dos minutos después, Diego Guallama se elevó más que los defensores y conectó un gran cabezazo que se coló junto al poste izquierdo. Empate y partido nuevo: la visita demostraba que no había venido a defenderse. El primer tiempo se fue entre roces, nervios y un ida y vuelta intenso, con ambos equipos buscando el desnivel.
Ya en el complemento, el local volvió a golpear temprano. A los 2 minutos de la segunda parte, Agustín Arias aprovechó una rápida contra, recibió dentro del área y definió cruzado para poner el 2-1. El grito se escuchó en todo Libertad: Midland recuperaba la ventaja y no la soltaría más.

Desde entonces, el equipo de Liniers adelantó sus líneas y tuvo varias ocasiones, pero se topó con una defensa firme y un arquero seguro, de un Lautaro Maldonado espectacular, que atajó dos de manera impresionante. Midland resistió con carácter, cuidó la ventaja y selló una victoria tan trabajada como celebrada.
Existieron algunos offside dudosos en las acometidas de la visita y una mano en el corazón del área que se pudo haber marcado.
En la zona mixta, el técnico del Funebrero destacó el compromiso del plantel:
“Hoy el equipo mostró corazón. Sabíamos que era un partido duro y lo sacamos adelante con actitud y orden”, expresó con una sonrisa satisfecha.
Del lado de Liniers, el entrenador Marcos Flores, reconoció el esfuerzo pero lamentó las fallas en la definición:
“Creamos varias, pero no estuvimos finos. Nos queda bronca porque el empate era posible.”
El silbatazo final dejó una imagen clara: Midland abrazado en medio del campo, su gente festejando y una sensación de que el equipo está vivo, más que nunca, en la pelea del Clausura.